
Los adultos también tienen derecho a aprender idiomas
Es bien sabido que dentro de la Unión Europea, España es uno de los países con más problemas a la hora de utilizar la lengua inglesa. El ciudadano español medio, ni siquiera es capaz de utilizar el inglés para dar indicaciones básicas, como indicar dónde está la panadería a la vuelta de la esquina.
Esta incompetencia lingüística está más que justificada en generaciones más , ya que las que los estudiantes nacidos a mediados del siglo XX no llegaron a acceder al estudio del inglés a nivel escolar, dado que por aquel entonces se le daba más importancia al estudio de otras lenguas como el francés.
Muchos de los alumnos que no tuvieron acceso a una sólida formación en el estudio de idiomas, se han visto obligados a iniciar una formación en lenguas extranjeras por demandas dentro de su ámbito laboral. El problema radica en la dificultad que dicho aprendizaje entraña tanto para ellos. A día de hoy es bien sabido que el aprendizaje de una lengua extranjera debe llevarse a cabo en los primeros años escolares. Cuanto más tarde cualquier estudiante en iniciar dicha formación, más difícil será desarrollar su aprendizaje, por no hablar de la cuasi imposibilidad de llegar alcanzar el bilingüismo.
Como docente, uno se topa frecuentemente con este problema a la hora de enseñar idiomas a gente adulta sin formación previa. La mayoría de estos estudiantes, tienen un interés muy superior al de alumnos más jóvenes. Sin embargo, el proceso de aprendizaje es mucho más lento, por lo cual, los alumnos no ven reflejado su trabajo a nivel de esfuerzo y dedicación.
Siendo consciente de la importancia que ha ido adquiriendo el aprendizaje del inglés desde hace ya varias décadas, el sistema educativo español ha fomentado el uso del bilingüismo en todos los centros escolares del país. No obstante, no se han ofrecido recursos reales para aquellos ciudadanos adultos interesados en adquirir una nueva lengua. Quizás tampoco interese desarrollar nuevos métodos para este tipo de alumnado, dado que existen diversidad de cursos online (como cursos de inglés con mil palabras y similares) que abastecen a multitud de empresas pero verdaderamente no son de gran utilidad.
Hay que considerar que ya bien iniciado el siglo XXI, la información y la comunicación deberían estar al alcance de todos y por suerte o por desgracia, el inglés es fundamental para que todo el mundo tenga acceso a todos los recursos ofrecidos en la web. Por lo que no sólo hay que centrarse en los más pequeños, sino también en ofrecer una mayor cantidad de recursos aptos para todo tipo estudiante, independientemente de la edad.